Tratamos de crear un nuevo mundo. Uno sencillo, con pocas palabras y muchos sentimientos. En el que reinas tú. Poco a poco, cogemos confianza. Cogemos cariño. Y prometemos infinitos. El problema, es que, no siempre lo que creamos nosotros puede contenerse ahí. Al igual que un castillo, un enorme castillo, hecho con esfuerzo y cariño. Pero es de arena. Cualquier cosa que pase por encima, o por un lado, lo destroza. Y el esfuerzo se transforma en tristeza; y el cariño se transforma en odio. Y es que, es increíble, como lo que creamos con el tiempo, nos lo quitan en un segundo.
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