Hay cosas en la vida que no siempre salen como tú quieres. Que hay que dar marcha atrás, por mucho que nos cueste. Nos deprime, como puede ser una despedida. Nos mata por dentro, poco a poco, hasta que llega el día en el que no puedes más. Sientes que tu cabeza te dice: "Quédate aquí, todo acabará"; pero el corazón no te falla, y te susurra: "Ve a por ello. No sabrás como acabará, pero lo has intentado, y tendrás tu respuesta".
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